Hace unos días, en el Intermedio, Sandra Sabatés entrevisto a Margarita Salas, científica, mujer y con 79 años.
En 1967, tras completar su doctorado, Margarita Salas emigro a Estados Unidos, a la Universidad de Nueva York, al laboratorio de Severo Ochoa. Durante su estancia de cuatro años en la ciudad, Ochoa comprendió la compleja situación de Margarita como mujer científica, ya que en ese momento era un mundo dominado por hombres.
A finales de los sesenta, Margarita comenzó a trabajar en el estudio del bacteriófago phi 29, un virus que infecta a un tipo de bacterias. Este virus posee solo 20 genes, pero esconde una maquinaria molecular tremendamente compleja.
Así fue como descubrió la ADN polimerasa, una proteína que participa en la ampliación de los genes del virus. Esta enzima fue patentada y se puede decir que es la patente mas rentable de España, de hecho el CSIC ha ingresado cerca de 4 millones de euros por este descubrimiento.
Ahora, a sus 79 años, jubilada sigue yendo al laboratorio a investigar porque es lo que mas le gusta y le apasiona.
Un país que quiere progresar tiene que dedicar presupuesto a la investigación, tiene que no dejar marchar a toda una generación de jóvenes brillantes, y sino es así, el país cada vez se ira empobreciendo más, a nivel científico y cultural.
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